jueves, 7 de enero de 2010

La música, una cura.

La música ha sido un elemento tranquilizador por siglos y siglos. No solo produce un efecto relajante en el oído sino que también tiene la habilidad de curar enfermedades a través de un tratamiento llamado “ terapia musical”. La terapia musical es una establecida profesión de la rama de la salud que utiliza la música para tratar necesidades físicas, emocionales, cognitivas y sociales de individuos de todas las edades. La terapia musical mejora la calidad de vida de personas que se encuentran bien y satisface las necesidades de niños y adultos con discapacidades o enfermedades.

Historia de la Terapia Musical.

La historia de la terapia musical se remonta a los tiempos de Aristóteles y Platón. La disciplina del siglo XX comenzó luego de la Primera y Segunda Guerra Mundial, cuando músicos comunitarios de todo tipo, principiantes y profesionales, acudían a hospitales para veteranos de guerra de todo el país para tocar para los miles de veteranos que sufrían de traumas tanto físico como emocional causado por las guerras. Las notables respuestas físicas y emocionales de los pacientes hacia la música llevó a que los doctores y enfermeras pidieran que los hospitales contrataran músicos. Muy pronto se hizo evidente que los músicos de hospital necesitaban entrenamiento previo antes de ingresar a las instalaciones y entonces se hizo cada vez más imprescindible un diploma universitario. El primer curso de terapia musical en el mundo, fundado en la Universidad del Estado de Michigan en 1944, celebró su aniversario número cincuenta en 1994.

¿Qué hacen los terapeutas musicales?

Los terapeutas musicales asisten al bienestar, la salud física, el funcionamiento social, las habilidades de comunicación, y las habilidades cognitivas a través de las respuestas musicales; diseñan sesiones musicales para grupos e individuos basándose en las necesidades del cliente y utilizando improvisación musical, audición receptiva de la música, composición, discusión de letras, música e imaginación, actuación musical y aprendizaje a través de la música; también participan en la creación de tratamientos interdisciplinarios, continuas evaluaciones y seguimiento de los pacientes.

Beneficiarios de la terapia.

Niños, adolescentes, adultos y adultos mayores con necesidades de salud mental, desarrollo y dificultades de aprendizaje, Alzheimer y otras enfermedades relacionadas con el envejecimiento, problemas de abuso de sustancias, lesiones cerebrales, discapacidades físicas, y dolores agudos y crónicos, inclusive madres en trabajo de parto.

¿Dónde trabajan los terapeutas?

Los terapeutas musicales trabajan en hospitales psiquiátricos, instituciones de rehabilitación, hospitales clínicos, clínicas, centros de tratamientos diurnos, agencias que asisten a personas desarrolladamente discapacitadas, centros de salud mental comunitarios, programas para la rehabilitación de problemas de drogas y alcohol, centros para personas de la tercera edad, casas de salud, programas de hospicios, correccionales, escuelas, y consultas privadas.
Ideas erróneas acerca de la terapia musical.

Que el cliente o paciente tiene que tener alguna habilidad musical particular para poder beneficiarse de la terapia musical; pero no es así.

Que hay un estilo de música particular que es más terapéutico que el resto; tampoco es verdad. Todos los estilos musicales pueden ser útiles para lograr un cambio en la vida del cliente o paciente.

Los gustos del individuo, las circunstancias y la necesidad de tratamiento, y las metas del cliente o paciente ayudan a determinar los tipos de música que el terapeuta utilizará.





Nos vemos...Dios te bendiga.

fuente: del libro "Los caminos de la musicoterapia" de Even Ruud

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