"El Rock lo que necesita es más sexo, más droga y más satanismo". Algunos de sus éxitos fueron: Sympathy for the devil (Simpatía por el diablo); Dancing with Magíster D (Danzando con el "señor" diablo); To their satanic majesties (Dedicado a las "majestades" satánicas).
Muchos de estos grupos usan sus discos para dar culto a Satanás, lo cual logran gravando en sentido contrario a como normalmente se oyen los discos, alabanzas a Satanás, sonidos de bestias, aullidos, etc... otras veces (las menos), hacen referencias a diferentes nombres satánicos en sus grabaciones y mezclan mensajes subliminales que invitan al desenfreno en todos los ordenes. En sus ropas llevan signos y frases dedicadas al demonio. En sus presentaciones se comportan como locos, o más bien como poseídos por espíritus satánicos, llegando en algunos de sus conciertos a arrojar tinas que contienen sangre y vísceras de animales.
Para pasar los mensajes subliminales utilizan frecuencias que el conciente no registra (debajo de 20 Hz o arriba de 17,000 Hz.) pero que son capaces de producir en el cuerpo una sustancia llamada "endorfina" el cual es una especie de droga natural. Esto hace que la gente se sienta elevada, y la mueve interiormente a buscar la droga, o si ya se es adicto a aumentar la dosis.
Algunos mensajes subliminales encontrados en los discos son; Satanás es Dios (Back Sabat); Oh Señor Satanás, yo te deseo (Led Zeppeling); Bienvenido Satanás, acepta nuestro pacto, Bienvenido al Show (Electric Ligth Orchestra); Satanás está en mi (Michel Jackson) y otros más. Esto sin tomar en cuenta las cientos de canciones que hoy se escuchan, en los cuales hay mensajes abiertamente satánicos (sobre todo en Estados Unidos). De todo esto se ha derivado una serie de enfermedades que van desde la pérdida del odio (por los altos volúmenes y las frecuencias de las canciones), hasta enfermedades cardiovasculares, pérdida del equilibrio físico, perturbaciones de carácter físico-sexual y cambios importantes en el nivel de insulina de la sangre (propensión a la diabetes). Algunos bloqueos morales se desmoronan ante la influencia de este tipo de música, como claramente lo dice Bob Larson en su reporte sobre el Rock: "El rock no es un pasatiempo inofensivo. Es una droga más mortal que la misma heroína, la cual está envenenado la vida de nuestros jóvenes".
El Heavy Metal Rock y el satanismo han derivado en lo que hoy se conoce también como el Rock "satánico" el cual de acuerdo a algunas estadísticas es el responsable de una gran cantidad de suicidios en los jóvenes (sobre todo en Estados Unidos). Muchas de estas canciones en sus letras incitan a este comportamiento. Además de todo esto, los cultos satánicos y el satanismo en sí, invita y provoca a la criminalidad "satánica": no solo a la profanación de cementerios o de las sepulturas, la necrofilia y los maleficios de todo genero, sino incluso a los homicidios rituales.
Sin ir más lejos hace unos cuantos años, en la ciudad de Matamoros, Tamps., fueron asesinadas 24 personas, las cuales querrían asegurar la ayuda del demonio para el tráfico de drogas. Ante esto cabría preguntarse ¿por qué no se hace nada? La respuesta es la que hemos venido dando desde el inicio: Satanás sabe esconderse muy bien y ahora ha hecho creer a la gente que no existe. Así que los asesinatos y todos los demás desordenes tiene alguna explicación de tipo psicológico o moral.
Es pues importante que sobre todo los jóvenes aprendan a reconocer su presencia y a huir de ella.
P. Jhon
Hasta pronto......
Muchos de estos grupos usan sus discos para dar culto a Satanás, lo cual logran gravando en sentido contrario a como normalmente se oyen los discos, alabanzas a Satanás, sonidos de bestias, aullidos, etc... otras veces (las menos), hacen referencias a diferentes nombres satánicos en sus grabaciones y mezclan mensajes subliminales que invitan al desenfreno en todos los ordenes. En sus ropas llevan signos y frases dedicadas al demonio. En sus presentaciones se comportan como locos, o más bien como poseídos por espíritus satánicos, llegando en algunos de sus conciertos a arrojar tinas que contienen sangre y vísceras de animales.
Para pasar los mensajes subliminales utilizan frecuencias que el conciente no registra (debajo de 20 Hz o arriba de 17,000 Hz.) pero que son capaces de producir en el cuerpo una sustancia llamada "endorfina" el cual es una especie de droga natural. Esto hace que la gente se sienta elevada, y la mueve interiormente a buscar la droga, o si ya se es adicto a aumentar la dosis.
Algunos mensajes subliminales encontrados en los discos son; Satanás es Dios (Back Sabat); Oh Señor Satanás, yo te deseo (Led Zeppeling); Bienvenido Satanás, acepta nuestro pacto, Bienvenido al Show (Electric Ligth Orchestra); Satanás está en mi (Michel Jackson) y otros más. Esto sin tomar en cuenta las cientos de canciones que hoy se escuchan, en los cuales hay mensajes abiertamente satánicos (sobre todo en Estados Unidos). De todo esto se ha derivado una serie de enfermedades que van desde la pérdida del odio (por los altos volúmenes y las frecuencias de las canciones), hasta enfermedades cardiovasculares, pérdida del equilibrio físico, perturbaciones de carácter físico-sexual y cambios importantes en el nivel de insulina de la sangre (propensión a la diabetes). Algunos bloqueos morales se desmoronan ante la influencia de este tipo de música, como claramente lo dice Bob Larson en su reporte sobre el Rock: "El rock no es un pasatiempo inofensivo. Es una droga más mortal que la misma heroína, la cual está envenenado la vida de nuestros jóvenes".
El Heavy Metal Rock y el satanismo han derivado en lo que hoy se conoce también como el Rock "satánico" el cual de acuerdo a algunas estadísticas es el responsable de una gran cantidad de suicidios en los jóvenes (sobre todo en Estados Unidos). Muchas de estas canciones en sus letras incitan a este comportamiento. Además de todo esto, los cultos satánicos y el satanismo en sí, invita y provoca a la criminalidad "satánica": no solo a la profanación de cementerios o de las sepulturas, la necrofilia y los maleficios de todo genero, sino incluso a los homicidios rituales.
Sin ir más lejos hace unos cuantos años, en la ciudad de Matamoros, Tamps., fueron asesinadas 24 personas, las cuales querrían asegurar la ayuda del demonio para el tráfico de drogas. Ante esto cabría preguntarse ¿por qué no se hace nada? La respuesta es la que hemos venido dando desde el inicio: Satanás sabe esconderse muy bien y ahora ha hecho creer a la gente que no existe. Así que los asesinatos y todos los demás desordenes tiene alguna explicación de tipo psicológico o moral.
Es pues importante que sobre todo los jóvenes aprendan a reconocer su presencia y a huir de ella.
P. Jhon
Hasta pronto......
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