Un Oratorio sin música es un cuerpo sin alma
por Don Santiago María Gassín Ordóñez, sdb
por Don Santiago María Gassín Ordóñez, sdb
“Servid al Señor con alegría”. Esta
recomendación bíblica era vivida con gran entusiasmo en el Oratorio de
Valdocco donde, al lado de Don Bosco, muchachos de todas las edades se
educaban, jugaban, reían, se formaban como buenos cristianos y honrados
ciudadanos, cantaban y e interpretaban obras de teatro.
Para Don Bosco, la alegría era fruto de una vida cristiana vivida con responsabilidad y, además, era signo de santidad. Y uno de los medios para estar alegres y para repartir alegría a los demás era la música. Veladas, paseos, celebraciones litúrgicas contaban siempre con la música como elemento esencial en la casa de Don Bosco. “Un Oratorio sin música es un cuerpo sin alma”, decía el Padre y Maestro de la Juventud. Por eso, en las Casas Salesianas no puede faltar la música. Coros, escolanías, bandas de música, grupos instrumentales y vocales. Todos son bienvenidos en una Casa Salesiana.
D. Egidio Viganó, séptimo sucesor de Don Bosco al frente de la Congregación Salesiana, en un congreso de músicos de la Familia Salesiana decía: “Debo deciros que la música es algo importantísimo en la pedagogía y en la pastoral salesiana. Dando vueltas por el mundo, cuando encontramos lugares donde funciona una coral, una banda o alguna iniciativa de este tipo, nos damos cuenta de que la vida salesiana es mucho más intensa y resulta más simpática para el entorno social donde se desenvuelve. (...) Una presencia salesiana privada de esta actividad, se empobrece y no posee esa capacidad de comunicación pastoral y pedagógica que caracteriza a nuestro espíritu”.
Si te gusta la música y crees que es de vital importancia en nuestra espiritualidad juvenil salesiana, te recomiendo un interesante libro que te gustará: “Don Bosco y la música”, de Mario Rigoldi, traducido por el salesiano D. Juan Manuel Espinosa, y editado por la CCS.
“Servid al Señor con alegría”. ¡Que no falte la música!
Para Don Bosco, la alegría era fruto de una vida cristiana vivida con responsabilidad y, además, era signo de santidad. Y uno de los medios para estar alegres y para repartir alegría a los demás era la música. Veladas, paseos, celebraciones litúrgicas contaban siempre con la música como elemento esencial en la casa de Don Bosco. “Un Oratorio sin música es un cuerpo sin alma”, decía el Padre y Maestro de la Juventud. Por eso, en las Casas Salesianas no puede faltar la música. Coros, escolanías, bandas de música, grupos instrumentales y vocales. Todos son bienvenidos en una Casa Salesiana.
D. Egidio Viganó, séptimo sucesor de Don Bosco al frente de la Congregación Salesiana, en un congreso de músicos de la Familia Salesiana decía: “Debo deciros que la música es algo importantísimo en la pedagogía y en la pastoral salesiana. Dando vueltas por el mundo, cuando encontramos lugares donde funciona una coral, una banda o alguna iniciativa de este tipo, nos damos cuenta de que la vida salesiana es mucho más intensa y resulta más simpática para el entorno social donde se desenvuelve. (...) Una presencia salesiana privada de esta actividad, se empobrece y no posee esa capacidad de comunicación pastoral y pedagógica que caracteriza a nuestro espíritu”.
Si te gusta la música y crees que es de vital importancia en nuestra espiritualidad juvenil salesiana, te recomiendo un interesante libro que te gustará: “Don Bosco y la música”, de Mario Rigoldi, traducido por el salesiano D. Juan Manuel Espinosa, y editado por la CCS.
“Servid al Señor con alegría”. ¡Que no falte la música!
Para escuchar canciones salesiana ingresa aqui: http://www.donbosco.es/especiales/donbosco2004/musica/index.asp
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