Aunque parezca no ser tan importante como el aspecto melódico, en lo personal creo que Es la esencia del lenguaje musical, entendiéndose como tal el hecho de precisar la valoración de los sonidos en términos de tiempo, lo que determina el motivo, frase, semifrase, el periodo de una obra musical determinada y por lo tanto la coherencia de la misma como un lenguaje estructurado dinámico y funcional.
Por: JOSE ANTONIO BECERRA ABRIL filarmonicajuvenil@hotmail.com
Director Conservartorio Britànico de Mùsica (Colombia)
El concurso de dicha valoración como en cualquier lenguaje, determina tácitamente sujetos, predicados, oraciones, párrafos y capítulos que le dan coherencia, cohesión, carácter a las obras: si partimos de una obra musical escrita para percusión, simplificada hasta encontrar un solo aspecto involucrado (aspecto rítmico), dicha obra es capaz de darse carácter, personalidad propia, profundidad y coherencia a a si misma sin recurrir a otros aspectos que son importantes más no esenciales.
Señalado, el carácter fundamental del desarrollo rítmico, cobra mayor importancia cuando se enmarca dentro del contexto educativo de estudiantes en primaria; logrando que ellos tengan claro el concepto del ritmo desde el punto de vista fisiológico y práctico), aunque ello no implique que sean capaces de enunciarlo oralmente, las posibilidades de obtener éxito puede estar entre el 80% y el 85%, según el trabajo de investigación realizado por un grupo de estudiantes de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad del Atlántico de Colombia en el 2003.
Esos mismos resultados ya habían sido detectados desde 1996, en el primer estudio que se hizo sobre dicha metodología a cargo de su autor el profesor José Antonio Becerra Abril con la diferencia que fue aplicado en personas mayores de 35 años, adultos, trabajadores de la Empresa Interior y miembros de la comunidad Mushaisha, que hacían parte del curso de órgano electrónico ofrecido por el Centro de Estudios Kashikai para dicha comunidad. Para entonces aunque no se conoc ía el método Audiobec con dicho nombre, se manipulaba entre otras variables el desarrollo rítmico, el desarrollo auditivo, y la motivación. La hipótesis proyectada a partir de ese momento fue: si los adultos de edades mayores a los 35 años con un orden propio de prioridades, presentaban un 50% más de eficiencia en el aprendizaje de un determinado número de obras, los niños entre los 9 y 10 años tienen un porcentaje mayor de eficiencia en su aprendizaje musical.
Algunos insisten en hacer énfasis en otras variables que como las anteriores inciden dentro del proceso de aprendizaje de los niños en mayor o menor proporción.
Sin embargo considero que dentro del aprendizaje musical tres aspectos son fundamentales y claves para el éxito del mismo:
Rítmico: implica lo mental del aprendizaje.
Auditivo: implica lo físico del aprendizaje.
Motivación: implica lo afectivo/emotivo del aprendizaje.
Para el Método Audiobec, es de vital importancia estos tres aspectos:
el rítmico compromete la creación del molde, modelo mental (mentefacto) de la línea rítmica que debe ser coherente y directamente relacionada con el objetivo del aprendizaje para que ésta sea reproducida fielmente.
Si comprometemos dicho proceso con otras líneas rítmicas ú otras combinaciones rítmicas no coherentes con el objetivo del aprendizaje musical, no sería un aprendizaje eficiente, desperdiciamos el tiempo alejándonos del objetivo propuesto y finalmente no estaríamos aplicando el m étodo Audiobec.
No perdamos de vista que lo primero que el niño aprende durante su vida escolar es lo rítmico (dentro de la cátedra de música), lo serial y repetitivo (en el contexto educativo general).
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