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miércoles, 6 de enero de 2016
Trabajadores del tiempo de la misericordia
La belleza de este Evangelio comienza
diciendo que Jesús recorría todas las ciudades y poblados, enseñando en
las sinagogas, predicando el Evangelio y curando todo tipo de
enfermedad. Todo esto sucede después de que Jesús revelara que el
Espíritu Santo estaba en Él.
Aquel pueblo se admiraba y se llenaba de
fe por todo lo que Jesús hacía. El Evangelio continúa diciendo que
Jesús, viendo la multitud, se compadeció de ella. Mis hermanos, la
comparación que el evangelista San Mateo hace es muy fuerte. No estamos
acostumbrados, hoy en día, a escuchar sobre las ovejas, pero en la época
de Jesús era común, porque todo rebaño de ovejas tenía su pastor.
Las ovejas no tienen mucho sentido de
dirección, por eso se desvían fácilmente; si hay un pozo o un precipicio
caerían con facilidad. Por esta razón, necesitan de un pastor que las
cuide, este necesita ser un verdadero veterinario.
Jesús compara aquél pueblo como ovejas
que no tienen pastor. Lamentablemente, los fariseos y doctores de la ley
no cuidaban del pueblo, al contrario, lo oprimían cada vez más con el
exceso de leyes.
La palabra “compadecer” significa “sufrir junto a”, y Jesús sufrió junto a este pueblo que estaba en aquella situación. Jesús se dirige a sus discípulos y les dice: “La mies es grande, pero los trabajadores son pocos” (Mt 9,37).
“Mies” es un término muy lindo, algunas
veces se traduce como “cosecha”. Si tienes una plantación y cosechas en
el tiempo equivocado se pierde toda la plantación, ¡imagina todo el
perjuicio!
¿Qué quiso decir Jesús sobre mies?
Aquella mies estaba por perderse, porque
no había trabajadores para recoger la plantación. Todo lo que dice este
Evangelio está presente en nuestra época también. Porque, la mies es
grande, pero los trabajadores son pocos.
Nosotros tenemos una enorme plantación
de hermanos que están perdiéndose en la ignorancia, están en el lodo de
tantos vicios, pecados, violencias y Jesús no quiere perderlos,
¡necesitan ser salvados por nosotros!
Hoy se cumple exactamente un año de la
Dedicación del Santuario “Padre de la Misericordia”, estamos en el
tiempo de la misericordia. El Papa va a decretar en estos días el Año
Santo de la Misericordia, donde quiere inspirarnos y mostrarnos que
¡estamos en el tiempo de la misericordia!
¿Qué se nos da en el tiempo de la misericordia?
La misericordia de Dios. Por esta razón,
Jesús quiere mostrarnos, en este Evangelio, que nuestra mies es grande y
corre un gran riesgo de perderse. Él quiere que pidamos trabajadores
para nuestra cosecha.
¡Este trabajador de Jesús eres tú! Son
nuestros hijos que se están perdiendo y tú eres llamado por Dios para
salvar a estas personas y no dejar que se pierdan. Tal vez piensas que
estas personas son “cabezas duras” y que no te escuchan. Sin embargo,
vale la pena insistir, si no lo logras, reza sin cesar. ¡Maten tu
corazón en Dios pidiendo por ellas, suplicando!
Acerca a tus seres queridos de regreso a
Dios. Es la fe de un ansioso, de un necesitado, que este grito salga de
tu espíritu. Desea ser vehículo de salvación para los tuyos, ellos
necesitan y no pueden perderse.
¿Cuáles son las ovejas perdidas de tu casa?
Entre los tuyos, los que están cerca de
ti, existen muchas “ovejas negras”, pero estas no pueden perderse, es el
momento de que sean salvadas. Haz lo que Jesús mandó a hacer, manos a
la obra, no pierdas ni uno de los tuyos.
“Curen a los enfermos, resuciten a los muertos, purifiquen a los leprosos, expulsen los demonios” (Mt 10,8).
El lema de nuestro Campamento es
“Celebrar las victorias, porque eterna es su Misericordia”. El Señor
quiere que celebremos muchas victorias, por que eterna es su
misericordia. ¡Recemos, hagamos lo que nos corresponde y el Señor
realizará la obra!
Monseñor Jonas Abib
El Señor prefiere la Misericordia
El Señor superará tu culpa, El te
perdonará de nuevo. Serás lavado en la sangre de Jesús y saldrás de este
Hosanna como un hombre nuevo, como mujer nueva. Si hoy estás caído el
Señor te levantará y aunque estés en las tinieblas, hoy el Señor hará
brillar una luz en ti.
Mucha gente aún hoy, no sabe lo que es
pecado. Pecado es básicamente no confiar en Dios, es negar a Dios y
vivir por nuestra propia cuenta. El pecado causa mas daño al hombre que a
Dios, por eso, El no quiere que peques, porque El te ama mucho.
Si Dios no tuviese misericordia y no te
libera del pecado no importa lo que hagas, no podrás ser feliz, no
podrás ser una persona realizada. Cuando no buscamos a Dios nos volvemos
débiles y somos derrotados por las cosas más banales.
El enemigo y la tentación trabajan
diciendo que nosotros no nos levantaremos. La misión del demonio es no
permitir que te levantes, pero hoy Dios te va a colocar de pie y te dará
su perdón. Los momentos más tristes que pasaste fueron cuando dudaste
de que Dios estaba contigo, cuando no creíste en la vida.
Cuando una persona sufre del estomago,
ninguna comida le hace bien. Quien tiene el corazón sufriendo, nada en
la vida le sirve. Tal vez esa persona soy yo, o tú.
Todas las veces que abandonamos al
Señor, la tentación nos pone tristezas, heridas, nos va deprimiendo por
los motivos más tontos, nos engaña, nos hace pensar que podemos hacer el
mal para lograr la felicidad.
La persona se comienza a perder, a
malograrse, a creer en las propuestas fáciles que este mundo le
presenta. Comienza a vivir una vida indecente, inmoral, promueve eso
como si fuese un valor. El mundo volvió fácil vivir todo tipo de
desorden.
¿Ya viste alguna cosa en la vida que
realmente tenga valor y sea fácil? ¿Las cosas más preciosas que tienes
en la vida, fueron fáciles de conquistar? Si queremos que nuestras
familias estén bien, tenemos que luchar por ellas.
La persona se pierde cuando no reconoce
que Dios es la gran oportunidad que tiene, que Dios es misericordia,
perdón. Mi cura, mi fuerza, mi liberación depende de cuan abierto estoy a
acoger la misericordia de Dios que es Jesús. Nuestro futuro y felicidad
dependen de nuestro encuentro personal con Jesús.
Jesús te trajo aquí porque quiere usar
de misericordia contigo. Él viene a levantarte de tus caídas cuando te
estas sintiendo cansado, derrotado, por que Él es misericordia.
Dios ama al pecador y justamente porque
lo ama, Él no deja a la persona de la forma en la que está. Él es
misericordioso con nosotros aún cuando estamos errando. Quien necesita
de misericordia es quien pecó, quien se equivocó y no el que es
correcto. Dios va a derramar sobre ti un río de misericordia.
El Señor ya está usando misericordia
contigo, entonces ten misericordia con quien cometió algún error
contigo. Estoy seguro de que alguien, queriendo o no, te hirió. Pero
nosotros somos de Dios, y porque El nos perdona sin que lo merezcamos,
también debo ser misericordioso.
La señal de que una persona comenzó a
vencer es cuando ella para de lamentarse por sus caídas y da gloria a
Dios por haberse perdido, porque por eso, fue alcanzada por la gracia de
Dios. El Espíritu Santo entra en tu corazón e inmediatamente nace una
nueva persona.
Una persona solo es capaz de dar gracias
a Dios por sus errores cuando pasa sobre su vida la luz de la
misericordia. Presenta a Dios las heridas que estaban olvidadas dentro
de tu corazón. Si quieres, recibirás de Jesús una vida nueva.
Alguna vez te sentiste solo dentro de tu
propia casa, en tu propia familia? Tenemos que usar la misericordia, no
podemos vivir para condenar a los otros. Pon lo que está en tu corazón,
en las manos de Jesús, aunque sea odio, heridas, cosas mundanas, porque
el Señor vendrá a transformar esas desgracias en gracias. Jesús hace
brotar bien de donde nadie podía imaginar.
Tal vez en tu casa, eras aquella persona
a quien todo el mundo miraba y no daba ni un centavo pero Dios te quiso
a ti, y de donde nadie esperaba, Dios hará brotar un gran milagro.
Serás en tu vida el milagro que tu
familia está necesitando. No te puedes olvidar de que Dios te cogió de
la nada para transformarte. El solo puede transformar lo que le
ofrecemos. Muchas veces parece que nada cambia en nosotros, pues no
tenemos la valentía de entrarle a Dios nuestro lado oscuro, pecador en
las manos de Dios.
Deja que la gracia de Dios invada todas
las áreas de desgracia en tu vida. Deja que Jesús toque tu corazón
porque El ve tu vida y porque El te ama, El le da una orden al diablo
que no cante victoria porque El te va a levantar.
Cuando el enemigo te ve soñando siente
odio de ti, porque el tiene envidia de ti. Es una pena cuando la persona
pierde su capacidad de soñar y Dios ya no puede contar con ella. Con la
gracia de Dios vamos a hacer que el año 2016 sea un año mucho mejor.
Cuando pones tus sueños, tus aspiraciones en las manos de Dios, El
transforma tus sueños y aspiraciones en gracia.
La única cosa fácil que existe es que te
pierdas, que te caigas en el pozo pero hoy en este día, Jesús está
callando la boca del enemigo. El Señor te está rescatando, está diciendo
que vino para salvarte, para que tengas vida y vida en abundancia, para
recuperarte y darte una vida nueva, transformar todo lo que estás
viviendo hoy.
Marcio Mendes_Cancao Nova
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