LA DURACIÓN.-
Es fácil ser coherente por un día o algunos días.
Difícil e importante es ser coherente toda la vida.
Es fácil ser coherente en la hora de la exaltación, difícil serlo en la hora de la tribulación.
Y sólo puede llamarse fidelidad una coherencia que dura a lo largo de toda la vida.
Juan Pablo II. Hom. México. 27-Ene-79
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